Nahúm 1:7 (Reina Valera 1960)
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El profeta Nahúm fue un hombre que había nacido en el reino del norte y durante su juventud se trasladó al reino del sur. Sin embargo el mantenía una preocupación por el reino del norte, su mensaje se centra en el juicio de los Asirios, principalmente para la capital, que es la gran ciudad de Nínive.
Unos 100 años antes había llevado un mensaje Jonás a los ninivitas para que se arrepintieran de su comportamiento y lograron salvarse puesto que se arrepintieron. Pero con el tiempo recayó de nuevo en prácticas brutales y en su rechazo a Dios por lo que Su ira vendría a ellos, pues ya les había dado una oportunidad agotando Su paciencia y se convirtieron en enemigos del Señor.
Es por eso que Nahúm hace referencia a la bondad de Dios y que es tardo para la ira y grande en poder, además de dar fortaleza en momentos de angustia a todos aquellos a los que confiamos en Él. Esto quiere decir que no librará de castigo al malvado a menos que éste se vuelva a Él. A menos que acepten al Señor Jesucristo como Salvador, porque Él pagó el castigo por todos los pecados.
Así Nahúm profetizó que en Nínive, cuando llegara el día del juicio, sus habitantes iban a tropezar como ebrios que estarían todos confusos y desorientados, ya no podrían tomar ninguna decisión, porque habían agotado la paciencia de Dios al rechazarlo.
La profecía del profeta Nahúm queda constatada en Isaías 37 en el versículo 36:
36 Y salió el ángel de Jehová y mató a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos.
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